Hace un par de semanas conocíamos la noticia de que sería posible extraer datos privados del disco duro de una Xbox 360 usada;
Y ahora leemos que el gobierno norteamericano quiere hacer justamente eso. Según el Departamento de Seguridad Nacional pedófilos y terroristas usan las consolas actuales para buscar víctimas o comunicarse, pero las medidas antipiratería incorporadas por los fabricantes dificultan las tareas de investigación.
La solución es utilizar métodos similares a los empleados por la scene para obtener los datos cifrados almacenados en las consolas y analizar el tráfico de red, y para ello ha firmado un contrato con una compañía privada de seguridad que será quien realice la investigación. Foreing Policy publicaba hace unos días más detalles sobre el estudio, del que nos llama la atención el origen de las consolas que se analizarán:
Según una investigación llevada a cabo en la Universidad de Drexel, es posible sustraer de un disco duro de una Xbox 360 de segunda mano, formateada y reseteada, información personal del antiguo propietario incluida su tarjeta de crédito.
Tal y como cuentan los responsables de la investigación, compraron una Xbox 360 refurbished a un distribuidor autorizado y usando herramientas convencionales consiguieron acceder a archivos y carpetas hasta llegar a identificar el anterior propietario de la consola, consiguiendo incluso el numero de su tarjeta de crédito. Según ellos sustraer esta información sería fácil para modders y hackers.
Microsoft ya se ha puesto en contacto con estos investigadores para conocer de cerca el caso, aunque Jim Alkove, General Manager of Security of Interactive Entertainment Business, duda del método utilizado para sacar la información puesto que según el Xbox 360 no está diseñada para almacenar de forma local los datos de la tarjeta de crédito.
Y ahora leemos que el gobierno norteamericano quiere hacer justamente eso. Según el Departamento de Seguridad Nacional pedófilos y terroristas usan las consolas actuales para buscar víctimas o comunicarse, pero las medidas antipiratería incorporadas por los fabricantes dificultan las tareas de investigación.
La solución es utilizar métodos similares a los empleados por la scene para obtener los datos cifrados almacenados en las consolas y analizar el tráfico de red, y para ello ha firmado un contrato con una compañía privada de seguridad que será quien realice la investigación. Foreing Policy publicaba hace unos días más detalles sobre el estudio, del que nos llama la atención el origen de las consolas que se analizarán:
Este proyecto requiere la compra en el extranjero de videoconsolas usadas que probablemente contendrán información importante y sensible de sus anteriores propietarios. ¿Por qué comprarlas en el extranjero? Porque no deseamos trabajar con datos pertenecientes a ciudadanos estadounidenses debido a la legislación sobre privacidad, si en las consolas compradas fuera encontramos datos de norteamericanos borraremos esos datos del estudio.Fuente de la noticia: digitaltrends
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